MÓNICA PARADA LLANES, UNA PERIODISTA CON LOS PIES FIRMES SOBRE LA TIERRA

Fotografía, concedida por Mónica Parada Llanes

Con tan sólo 28 años, Mónica Parada LLanes ha cosechado tantos logros académicos que muchos se sorprenderían al conocerlos. Mónica estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Externado de Colombia, tiene una especialización en Economía de la Universidad de los Andes, un diplomado en Mercado de Valores de la Bolsa de Valores de Colombia, además de una certificación en Successful  Negotiation: Essential Strategies and Skills de la Universidad de Michigan. Sus logros profesionales no resultan menos sorprendentes: ha sido nominada a varios premios dentro de los cuales se destacan los Premios del Círculo de Periodistas de Bogotá CPB, el Premio Nacional de Exportaciones de Analdex y el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar; en otras palabras y tal como ella misma se describe, ha sido “la eterna nominada de todos los premios”. Pero ¿qué hay detrás del éxito de esta joven cucuteña?

 Usualmente los días de Mónica empiezan muy temprano en la mañana y terminan a altas horas de la noche, tiempo que principalmente dedica a trabajar, a montar cicla, a tomar café, a viajar o a estar con su familia y amigos. Como su ‘abuelita’, Mónica es una mujer empoderada, independiente, equilibrada y estratégica; características que profesionalmente acompañan su espíritu leal, ético y luchador. Es por esta última cualidad que es conocida por sus compañeros y colegas como una persona muy exigente y competitiva, atributos que ella prefiere considerar como defectos.

Parada Llanes tiene muy claro que lo más importante siempre debería ser “hacer lo que a uno le gusta”, por eso cuando decidió estudiar Comunicación Social y Periodismo estaba consciente de que lo hacía porque si algo no puede dejar de hacer, es escribir. “Como periodista estamos en la capacidad de escribir bien, reportear bien o presentar bien, pero cuando hacemos lo que nos gusta es cuando los ejercicios periodísticos obtienen más reconocimiento y ganan premios”, afirma Mónica.

Su vocación de maestra nació de otra manera muy distinta: en el momento en que se dio cuenta que muchos periodistas de algunas salas de redacción que ella entrenaba tenían muchos vacíos y no eran lo suficientemente precisos, también entendió que una de las razones por las cuales esto sucede, es que muchos maestros de periodistas en formación no entienden cómo funciona el medio, por lo que ella explica que “el ejercicio de fusionar la Academia con alguien que está trabajando ahí afuera es una ganancia para ambas partes”.

La experiencia laboral de Mónica Parada es numerosa, empezó como periodista de Tecnología y Telecomunicaciones en el diario La República (diario en el que posteriormente se desempeñó como editora de Ediciones Especiales, editora de Nuevos Medios y finalmente como editora Financiera), luego de esto fue Jefe de Redacción de El Heraldo y actualmente, aparte de ser profesora de cátedra de la Universidad Externado, es editora de Milenium Group que funciona en cinco países de América Latina. Han sido estos trabajos los que le han dado la oportunidad de viajar en cubrimiento a países como Dinamarca, España, Francia, Emiratos Árabes, Israel, El Salvador, Estados Unidos, Panamá, Canadá y toda América del Sur.

Mónica ha aprendido a trabajar con cualquier tema -confiesa haber tenido que escribir algunas veces de fútbol-, pero el género periodístico en el que más se siente cómoda es el reportaje, por eso se siente orgullosa de haber participado en una serie de entrevistas que hizo para La República en las que estaba Luis Carlos Sarmiento Angulo y muchos de los expresidentes de los bancos de Colombia. “Me gustó mucho porque ellos nunca dan entrevistas y el ejercicio fue sentarse a entender cómo se tejen los hilos del poder del país”, comenta ella.

 Sin embargo, lamenta el hecho de no haber podido entrevistar a Steve Jobs porque cuando estuvo más cerca de lograrlo fue cuando él murió, aún cuando haber cubierto la muerte de este personaje resultó una experiencia “llena de adrenalina”. Son vivencias como esta las que han marcado su carrera profesional, recuerda también cuando estuvieron a punto de meter preso al que fue su director en El Heraldo, Marco Schwartz y cómo por esto fueron noticia en el mundo. No sobra mencionar cuando ella sólo tenía ocho minutos para entrevistar a Luis Carlos Sarmiento Angulo y escribir una noticia con base en el encuentro de 8000 caracteres, un reto que ella considera uno de los más desafiantes de toda su carrera.

Aunque ha trabajado en ambos medios, la radio le gusta más que la televisión porque se parece más a la prensa. Para radio ha hecho varias transmisiones internacionales, programas en vivo y ha estado en varias mesas de trabajo de la radio ejecutiva. Han sido estos ejercicios profesionales los que la hacen afirmar que “los medios son un negocio manejado por fuerzas económicas. Mi percepción es que hay ‘roscas’ pero principalmente en RCN y Caracol Televisión que son ‘circos completos’, pero en radio estos dos medios son un poco más neutrales”. Respecto a este tema, Mónica aclara que no todos los periodistas que trabajan en televisión le parecen malos, destaca por su buen trabajo a María Lucia Fernández, a Jorge Alfredo Vargas y a Vanessa de la Torre.

Sus referentes del periodismo son bastante variados: le gusta la insistencia con la que pregunta la mesa de trabajo de Blu Radio, admira a Rosario Córdoba (ex directora de la Revista Dinero) y le gusta el trabajo de Fernando Quijano; así mismo, piensa que Héctor Abad Faciolince y Daniel Samper Pizano tienen buenos ejercicios de redacción y, respecto al periodismo internacional, toma como ejemplos a Gay Talese y a revistas como The Economist y The New York Times. Referentes que ha encontrado gracias a su gusto por la escritura y la lectura que incentiva leyendo tres o cuatro libros por mes, no por nada su próximo proyecto es escribir un libro de ficción.

Mónica Parada nunca ha sido sobornada, pero ha sido amenazada una vez. Por esto ha sido en la práctica de su profesión donde se ha dado cuenta que el Periodismo no es una labor para nada fácil. La seguridad mientras ha ejercido su oficio no siempre ha estado garantizada, los cubrimientos que tuvo en el Medio Oriente y en la Franja de Gaza fueron experiencias bastante aterradoras: “Cuando aterricé en Tel Aviv (Israel), estaba en medio de una guerra”. Del conflicto que está ocurriendo en esa zona del mundo prefiere no explicar nada porque para ella nunca va a ser válida una opinión cuando se da desde una posición pasiva. No obstante, de la experiencia añade que, aunque fueron ocho días en la Franja de Gaza, lo que más recuerda es tener que haber llamado a su familia para decirles “tranquilos, estoy bien”.

Para Mónica, el problema de las nuevas generaciones de periodistas es que todavía tienen una visión muy ‘romántica’ del oficio, cuando la verdad es que en la práctica ella lo describe como una labor “bastante tosca y llena de gritos”. Es por eso por lo que destaca tanto la exigencia que tiene su alma mater y actual lugar de trabajo: “el periodismo en el Externado es una carrera muy demandante, además cuando salimos no nos encasillan en ningún credo y nos enfocamos mucho en la redacción, eso es algo que diferencia a los externadistas de los demás”. Sobre las características de los periodistas colombianos lamenta que muchos sean perezosos, pero distingue su capacidad para buscar la noticia a costa de todo: “en cubrimientos internacionales los colombianos buscan la noticia, suele trabajar hasta muy tarde, están pendientes de todo y no están de paseo como muchos periodistas europeos”.

Y es que cuando  Ryszard Kapuscinski dijo que “los periodistas trabajan 24 horas al día, siete días a la semana”, se refería a lo mismo a lo que Mónica Parada quiere decir cuando afirma que “ los periodistas nos matamos mucho y nos pagan mal”, de hecho,  fue justo esa una de las razones por las cuales su familia intentó ‘sobornarla’ para que estudiara otra carrera:  “Vengo de una familia de financieros por lo que cuando les dije que quería estudiar periodismo me dejaron de hablar por un tiempo. A la generación de ahora les ha tocado más fácil en ese sentido”. De todos modos -y para la tranquilidad de su familia- Mónica se decantó por un periodismo de élite en el que pagan un poco mejor que en las otras modalidades de este oficio, el periodismo económico.

Es por el gran sacrificio que implica la profesión de Mónica que le molesta profundamente cuando alguien se autodenomina periodista pues, a pesar de que ella cree en el talento innato, también sabe que para ser bueno en algo se requiere de mucha práctica, “nosotros los periodistas tenemos que estudiar un montón de cosas en relación a la carrera y lastimosamente  es algo que la gente  no ve”, explica ella aclarando a su vez, que su oficio no es empírico pues en las salas de redacción el 99% de profesionales tienen, en efecto, un título universitario o incluso una especialización relacionada con la Comunicación Social.

Sólo podemos esperar cosas grandes de Mónica, quizás incluso la veamos en  CNN, canal del que asegura nunca rechazaría una propuesta. Por el momento, seguirá escalando cada vez más alto y muy pronto podremos leer su libro del que prefiere no revelar mucha información. En definitiva, ¡Mónica Parada Llanes es una periodista con los pies firmes sobre la tierra!




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