“NO ES BUEN O FRENAR LAS GANAS DE EXPRESARSE”, CONOZCA A COCÓ NONÓ

Fotografía por Leandro Sena

En Beat estamos muy pendientes de la escena musical bogotana, por eso, si a usted le gusta el pop, el swing, el country o el folk – y si es que no ha oído hablar de ellos ya-, seguramente le va a gustar la banda Cocó Nonó. Pero antes, dejemos que la música hable por si misma… No importa si está en su habitación, en su carro o en la universidad, si tiene internet a la mano lo invitamos a que antes de que siga leyendo escuche por usted mismo algunas de las canciones de esta agrupación. ¿Listo?, ahora sí, ¡empecemos!

Cocó Nonó nació en la Universidad de los Andes por la asociación entre la artista plástica de 29 años Magdalena Cubides y la contrabajista Natalie Gonzáles, quien en ese entonces no se llegaban a imaginar que después de graduarse, la banda se materializaría en un proyecto tan grande como el que es hoy en día. Pero, aunque la banda no la hicieron propiamente en la Universidad, fue cuando ambas empezaron a hacer covers de The Beatles y a escribir canciones, que todo inició. Después, por el impulso de un profesor que vio que “tocaban bonito”, empezaron a tocar en el restaurante El Bandido, trabajo que acompañaban con algunos toques esporádicos en matrimonios y cumpleaños. Ahí fue cuando se metieron en el cuento e hicieron una página en Facebook, le pusieron nombre y juntas empezaron a construir su propia marca.

Y antes de seguir, si usted se está preguntando por el nombre, esto es lo que Magdalena tiene que decir al respecto: “Cuando no queríamos ir a un lugar decíamos ‘cocó Nonó, no vaya, no vaya’. Después decían que Natalie era ‘cocó’ y yo ‘Nonó’, pero luego de que ella se fue yo quede como los dos. Básicamente es un seudónimo y una palabra clave”.

Sin embargo, cuando Natalie se bajó del barco, Magdalena siguió por su cuenta y desde entonces la permanencia del resto de los integrantes de la banda también ha estado sujeta a las diferentes etapas de la agrupación que ya cuenta con un disco homónimo que lanzaron en abril de 2015 y otro en proceso de creación.

 Después de que Natalie se fuera, Magdalena formó un cuarteto en 2015 con Ricardo Osorno, Rafael Lozina y Juan José Salazar y fue con ellos con quienes consolidó el disco, pero, en general, ha habido varias personas que han pasado por la banda. De algún modo -y aunque ella aclara que no habría logrado todo sola- la cara de la banda siempre ha sido Magdalena, es ella quien mantiene el barco a flote, ella es Cocó Nonó. 

Es por eso por lo que es necesario hablar de Magdalena para entender la esencia de la banda, esa persona que cuando pequeña tuvo clases de batería y que siempre estaba en todos los coros. Ya en su adolescencia la exploración creativa corrió más por su cuenta, Magdalena   hacía covers y se oía discos enteros de los Aterciopelados, de Shakira, de The Beatles, de Pink Floyd y de Gustavo Cerati, aprendiéndose palabra por palabra. Proceso que se cimentó sobre la vena artística de su familia, con un padre director de orquesta y una madre también con educación musical, no hay recuerdo en la vida de Magdalena que no involucre melodías y ritmos. Fue un poco el destino que se dedicara a la música y no a las artes, pues no estudió música por miedo, aun cuando le fue yendo mejor por el otro lado empíricamente, “no es bueno frenar las ganas de expresarse”.

De todos modos, Magdalena ha tenido “bajones fuertes”, especialmente en esos momentos en los que se ha preguntado a si misma por qué escogió hacer lo más difícil del mundo que, para ella, es tener una banda. Aparte, recuerda que ha habido todo tipo de crisis cuando alguien ha renunciado a la banda o cuando ha habido problemas de comunicación internos. Aun así, está muy consciente de que las bandas son una familia y una empresa a la vez, por lo que todas las decisiones se tienen que tomar en grupo y no siempre es fácil hacerlo. 

Cocó Nonó entra en una nueva etapa

Fotografía por Natalia Izcande

Aunque se les compara mucho con Monsieur Periné y los han considerado como intérpretes solamente de música swing, Cocó Nonó hace cosas muy diversas, porque exploran estilos muy personales con cada instrumento. Hecho que se escuchaba en su máxima expresión cuando eran un cuarteto, “mientras que Juanjo cuando toca se mueve ente el folk, el country, el rock and roll, y el bluegrass, Ricardo era más jazzero y Rafa tiene sus cosas un poco más rockeras”. Lo que sí está claro, es que Cocó Nonó tiene cosas del swing que, por si solo tiene muchas ramas y es un ritmo no solo de armonía y melodía, sino también de métrica. Por eso mismo, para Magdalena el término “alternativo” es un buen concepto para definir a la banda, incluso a pesar de que a ella también le guste acercarse al pop, pero sin dejar al lado los elementos rocanroleros de su adolescencia. “A veces me gusta referirme al pop rocanrolero como el género de Cocó Nonó”.

Es justamente por esta mezcla de estilos y géneros que, respecto a las canciones del disco (aun cuando la mayoría ya las habían hecho con Natalie en su cotidianidad), el verdadero reto fue decidir que querían hacer musicalmente con ellas, “¿Quieres ser swing, country, o rock and roll?, ¿quieres que haya un piano?, ¿quieres que el beat de la guitarra sea rockero o funkie?”. Y después de tener todo “como un pastel “, en 2014, llegó Juan José a quien le encantaron las canciones y después de tocarlas un montón en vivo, él mismo les propuso hacer un disco. Y así fue, él materializó todo y en ocho meses ya lo tenían hecho, un triunfo que junto con su concierto en el Teatro Colón y la presentación que tuvieron en el Estero Picnic de 2017, se enfrenta con momentos no tan positivos: “Hay que ser muy organizado, porque no es para nada fácil”.

Actualmente, la banda la conforman Rafael Lozina que es el baterista -y que siempre ha estado desde que la banda se unió-, que quizás no pueda continuar y ‘Juanjo’, el guitarrista, que además produjo el disco, pero que también es posible que en la nueva etapa de la banda no esté. Una etapa en la que Magdalena quiere dejar a un lado las composiciones compartidas, para enfocarse en sacar sus propias canciones, aunque sin dejar de inspirarse en las relaciones humanas de todo tipo y, por supuesto, también en sus propias experiencias y en la misma escena bogotana que ella describe como algo en florecimiento, “una enredadera”.

El segundo disco de Cocó Nonó se preveía para 2017, pero eso no fue así, por estrategia y también porque Magdalena quiere tomarse el tiempo para decidir todo muy bien. Cocó Nonó está mutando, el 26 de octubre lanzaron un videoclip producido y actuado por ellos de la canción Fancy Callejero, un tema que marca el final de una fase y el inicio de otra. ¿Y a largo plazo? Magdalena sólo quiere viajar y tocar, eso es lo único que quiere hacer.


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