¿‘SER PILO PAGA’ EN EL EXTERNADO?

2/09/17

Desde su primera versión en  2015, el programa ‘Ser Pilo Paga’ ha tenido como objetivo facilitar el acceso a las instituciones universitarias de alta calidad a los estudiantes de bajos recursos económicos con excelentes resultados en las pruebas Saber 11 y, que además, estén registrados en la base  del Sisbén con las siguientes puntuaciones : menos de 57.21 puntos si el solicitante vive en las 14 principales ciudades del país; 56.32 si este reside en los demás centros urbanos y; menos de 40.75 puntos si es habitante de zonas rurales.

En la Universidad Externado de Colombia, aparte de los subsidios que reciben los estudiantes por el programa ( cuatro salarios mínimos mensuales legales vigentes, por semestre, si el estudiante vive fuera de la ciudad en la que va a estudiar ; uno punto cinco SMMLV por semestre si viven en zonas circundantes; y, un SMMLV por semestre si viven en la misma ciudad), a los ‘Pilos’ del Externado también se les hace entrega de ocho bonos de alimentación mensuales (por un valor de $53.800 en total) y también  un acompañamiento de la facultad en la que estén estudiando.

Mateo Orjuela , estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, y perteneciente a la segunda versión del programa, menciona que “aunque no pago matricula como tal y no necesito dinero de manera urgente, los cuatro salarios mínimos sólo me han alcanzado para cubrir la compra de un teléfono celular y un computador portátil que para mi carrera son indispensables”.

Por otro lado, el testimonio de Alejandro Martínez no resulta más alentador.  Alejandro, estudiante de la tercera versión del programa se encuentra cursando segundo semestre de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales. Sus padres tienen dificultades para ayudarle económicamente y, además, tal como él lo menciona, las únicas formas que tiene para cubrir gastos extraordinarios o imprevistos es a través del subsidio del programa y también a través de préstamos de sus compañeros.

El caso de Alejandro resulta apropiado para comprender los problemas de algunos ´pilos`, pues este joven cucuteño de 16 años añade que los $2.800.000 que recibe semestralmente no son suficientes para cubrir la totalidad de sus gastos. “El problema es que mis padres tampoco me pueden ayudar, entonces tengo que pagar $400.000 cada mes por una pieza, aparte del transporte y la mayoría de mi alimentación. El programa no tiene en cuenta esos percances, ya que este solo tiene en cuenta factores superficiales. No se mira la estabilidad completa del estudiante, económicamente. ¨ reitera.

Por otro lado, otros ‘pilos´ externadistas de la primera versión del programa, que prefirieron permanecer en el anonimato, comentan que deberían aumentar los bonos de almuerzos. Y añaden que, ¨ para algunos de nosotros no es suficiente, ya que a pesar de que valoramos la iniciativa que tuvo la Universidad con todos al principio, muy pocos de los estudiantes de las otras versiones saben que antes los almuerzos eran los que compran nuestros compañeros normalmente y no los que usualmente solo reclamamos los becados, que son más pequeños¨.

Aunque no se tienen datos oficiales de la cantidad de estudiantes beneficiados por el programa ‘Ser Pilo Paga’ en la Universidad Externado de Colombia, es evidente que algunas de estas personas tienen problemas económicos, los cuales, según los mismos ´pilos´,  el Ministerio de Educación debería  atender de manera urgente.

Alcance y pronóstico

El mayor número de potenciales beneficiarios del programa ´Ser Pilo Paga´, además de Bogotá (11,8 5%), se encuentran en los departamentos de Antioquia (10,26 %), Santander (9,55 %), Atlántico (8,59 %), Valle (6,87 %) y Nariño (6,54%). Un 56 % de los preseleccionados son hombres y un 44 % mujeres.

 La viceministra de Educación Superior, Natalia Ariza, en entrevista con Semana Educación, afirmó que están asegurados los recursos anuales hasta 2018. Es decir, habrá más de 40.000 pilos que podrán estudiar financiados por el Gobierno.

Actualmente, hay en total 40 universidades certificadas de alta calidad en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Manizales, Popayán, Tunja y Pereira, ciudades que podrán seguir albergando a los ‘pilos’ de las siguientes versiones.

Los gastos de un estudiante universitario

Según un estudio realizado por el Observatorio de la Universidad Colombiana, en 2016, el costo promedio por semestre en las universidades privadas es de $9.995.730 -esto tan sólo en las 30 universidades privadas seleccionadas por el Observatorio para la realización del estudio-.

El gasto promedio en transportes rondaría, en Bogotá, en $180.000 semestrales.  En la Universidad Externado de Colombia el almuerzo más económico cuesta $6.700, precio que para los estudiantes de ser pilo paga – suponiendo que utilicen los ocho bonos mensuales y que almuercen en la universidad- equivaldrían a gastar $80.400 mensualmente y $321.600 semestralmente.

Pero no hay que olvidar los gastos extraoficiales, como fotocopias y manutención que están rondando, según el estudio de la Universidad Colombiana, en $1.680.000 por semestre. Y añaden que, en total, un estudiante podría estar gastando $2.481. en gastos extracurriculares, esto sin contar que algunas carreras incluyen salidas de campo, materiales de papelería e incluso herramientas tecnológicas.

Tal parece que a pesar de que para muchos externadistas, el programa sí resulta un apoyo económico importante, son algunos casos como el de Alejandro Martínez los que demuestran la necesidad de que las universidades y el programa abran un espacio para el acompañamiento de algunos casos específicos. Después de todo el objetivo primario del programa es permitir el acceso a la educación superior a las personas de bajos recursos.

LA OPINIÓN

Carolina Mora Soler

Exrepresentante del consejo estudiantil de la Faculta de Comunicación Social-Periodismo.

"El semestre pasado (primer semestre- 2017), desde el Consejo colocamos varias alcancías por toda la Universidad porque, según muchos ‘pilos’, a algunos de ellos no les habían consignado.  El problema es que desde Bienestar Universitario no se tiene clara la situación personal de cada ‘pilo´  por lo que  el dinero recogido, que fue muy poco,  no terminó en ningún lado".