THOR, EL PERRO GUARDIÁN
Thor o Tornillo, como a veces lo
llaman sus cuidadores, no es un Dios de la mitología nórdica ni mucho menos el
protagonista de una película de superhéroes; sin embargo, al igual que estos
dos seres ficticios, este perro se caracteriza por ser valiente y servidor. A
Thor se le puede encontrar usualmente en el sector de La Candelaria en Bogotá y,
aunque tal como sus compañeros viste un bozal, una cadena de ahogamiento
especial y un chaleco que lo identifica como perro de trabajo, este gran y
fornido animal es fácil de identificar porque él es de los pocos perros
guardianes mestizos, producto de un cruce entre un perro de raza Labrador y
otro Rottweiler.
De lejos Thor se ve como un
animal pequeño, simpático e incluso inofensivo; no obstante, de cerca, su negro
pelaje, sus ojos atentos y su posición firme revelan sus dos facetas: él es un
can listo para atacar, pero también un animal muy pacifico. Este sabueso nació
en 2009 en un criadero especializado para perros de trabajo, por lo que desde
muy pequeño en la Escuela de Guías y Adiestramiento Canino de la Policía
Nacional le enseñaron a actuar ante quince comandos que los guardias de seguridad,
sus compañeros de trabajo, usan todos los días. Destacan
algunos muy conocidos como el de 'sentarse' o 'pararse' y algunos otros algo
más intimidantes como el de 'atacar' o 'estar alerta'.
Hace un mes que el guardia de
seguridad Juan, quien prefirió no revelar su nombre verdadero, trabaja con Thor
para la Universidad Externado de Colombia. Por lo general, ambos se ubican sobre
la carrera 1 este, protegiendo la seguridad de los miles de estudiantes que
pasan por esta zona diariamente. Juan admite que, aunque su compañero actual es
uno de los primeros perros con los que ha trabajado, Tornillo es muy tranquilo
y sólo se pone muy agresivo con las personas que pasan en patinetas, con los
habitantes de calle o, en general, con las personas que se vean ‘sospechosas’.
A pesar de que los horarios de
Thor no siempre son los mismos, actualmente trabaja de 6 a.m. a 2.p.m
-exceptuando dos sábados de cada mes en los que trabaja cuatro horas más-, hora
a la que finalmente retorna a su hogar en una finca en el municipio de Facatativá.
Sus vacaciones llegan en diciembre y en junio y, además, al igual que Juan, él
no trabaja los domingos ni tampoco el primer y tercer sábado de cada mes.
Naturalmente, por el clima tan cambiante de Bogotá, Thor siempre está
acompañado de una garrafa de agua de la que puede beber cada vez que así lo
quiera; por otro lado, a este can sólo se le tiene permitido comer dos veces al
día en la finca, una vez en la mañana y otra en la noche.
Es usual que los cambios de ánimo
de Thor afecten su trabajo, hay días en los que reacciona de manera más
agresiva y hay otros en los que simplemente actúa con desinterés. Según Juan, esto se puede deber a eventos
ocurridos en la finca que él desconoce, pero aclara que por lo que sabe todos
los perros de esa finca están en muy buenas condiciones.
Usualmente los perros de defensa
no se la llevan muy bien con sus congéneres y Thor, como un buen ejemplar de los
perros de trabajo, no es la excepción. De todos modos, los que han tratado con
él admiten que, cuando no hay testosterona de por medio, se la lleva bien con
las perras hembras. Tornillo no tiene hijos y, tal como lo explica su cuidador,
posiblemente nunca los tenga, ¿la razón de esto?, el apareamiento es una
actividad a la que son seleccionados sólo algunos pocos perros de trabajo
porque esto puede entorpecer su estricto horario laboral.
Los perros guardianes se jubilan
a los nueve años, por lo que Thor trabajará un año más, de ahí en adelante su
futuro es incierto. En la mayoría de casos, los perros de defensa que terminan
su vida laboral son regalados por la empresa de seguridad a personas con la
suficiente experiencia para manejar el fuerte carácter de los perros; sin
embargo, cuando los canes son muy agresivos la única alternativa que tienen sus
primeros cuidadores es la de sacrificarlos, por lo que todo indica que el
fuerte Thor será regalado. Entre tanto, seguirá garantizando la seguridad de
los estudiantes y habitantes de la Candelaria, atento siempre a su alrededor y
dispuesto a atacar a la menor señal de peligro.
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